Boda íntima ¿Sí o no?
Ya sabéis que mis blogs siempre son contando historias, historias reales de personas que un día tuvieron que enfrentarse a las mismas dudas que vosotras, espero y ellas también que os puedan ayudar o sugerir alguna idea.
Hace ya algunos años, antes de esta espantosa pandemia, conocí a una pareja encantadora y con las ideas muy claras, pero con una duda, sólo una.
Tenían una familia muy grande por ambas partes, muchísimos amigos y deseaban que todos participaran de su día maravilloso, pero a la vez querían una boda en la que pudiesen estar con todos, disfrutar de cada uno de ellos y no sólo unos instantes.
No tenían una buena solución que les agradara.
Les propuse celebrar su amor dos veces, por partida doble. La primera que fuese íntima en un lugar que ellos querían desde que se conocieron, pero para gran cantidad de personas era muy complicado ya que era en un pueblo abandonado de Sierra Morena. No había casas, únicamente algunas piedras, algunos muros que una vez fueron hogares. La iglesia sólo permanecía en pie la fachada y no entera. Los pueblos más cercanos no tenían hoteles, ni hostales, ni casas para alquilar por lo que todo el mundo tenía una hora desde la población más cercana. Lo solucionamos con un autobús. Tuvimos que ir a ayuntamientos, juntas municipales……. El pueblecito quedo de ensueño, lleno de velas, luces, flores y en un entorno privilegiado.
Recuerdo que era verano, de noche y nos acogió un manto de estrellas en la época de las Perseidas también llamadas lágrimas de San Lorenzo, como se cuenta, mientras este Santo era quemado no pronunció ni un gemido, ni gritó ni se quejó, demostrando así su convicción y fortaleza, la misma que se veía en los ojos de los enamorados, esa mirada infinita, esa mirada de felicidad que hace temblar el alma.
Fue una noche totalmente mágica, difícil de explicar, todos los que estábamos allí nunca la olvidaremos.
Días después esta encantadora pareja hizo una gran celebración con todos los que no pudieron ir con muchos besos, abrazos, sonrisas, bailes y alguna lagrimilla. Jamás se arrepintieron de hacerlo así y puede ser una inspiración para otras parejas en estos tiempos que nos ha tocado vivir.